Durante el siglo XVII algunas monarquías autoritarias lograron incrementar su poder y convertirse en monarquías absolutas. La mayoría de los estados europeos dieron ese paso, aunque hubo otros como Las Provincias Unidas, Inglaterra o Alemania en las que no se instauró o bien fracasó en su intento. En España la monarquía de los Austrias seguía siendo una monarquía autoritaria, pero, con el cambio de dinastía en el siglo XVIII, se instaurará el régimen absolutista.
Los monarcas absolutos se apoyaban en la idea de que el poder del rey provenía directamente de Dios y era a Dios al único al que tenían que rendir cuentas. Los monarcas absolutos trataron de acabar con aquellas instituciones (las Cortes, o los Estados Generales en Francia, la Dieta en Alemania o el Parlamento en Inglaterra) que eran una traba a su poder absoluto. Francia fue el mejor ejemplo de la monarquía absoluta.
Para el Tercer Grado de Secundaria:
Los
estudiantes hacen anotaciones en sus cuadernos resaltando las características
más relevantes del periodo que están estudiando.
Bibliografía:
<www.youtube.com/watch?v=zP0JD7ANPzE>.
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